La Comisión europea ha enviado un pliego de cargos a 10 fabricantes de condensadores electrolíticos por su posible participación en un cártel para la venta de dichos condensadores durante un periodo de 17 años. En concreto, de 1997 a 2014.
Los condensadores electrolíticos controlan el flujo de electricidad en una gran variedad de productos incluyendo smartphones, televisores, videoconsolas y cámaras y se utilizan, básicamente, para almacenar energía eléctrica.
Según la Comisión Europea, las compañías investigadas se reunieron en Japón, en varias ocasiones, para discutir las tendencias futuras del mercado, los precios y los datos de los clientes. También sospechan que pudo haber diálogos en Europa con la filial europea de una empresa japonesa. La Comisión Europea no ha proporcionado ninguna información sobre las empresas que están siendo investigadas.
Si finalmente son declaradas culpables de infringir la normativa de competencia, en concreto el artículo 101 TFUE por tratarse de un cártel, las empresas se enfrentan a multas de hasta 10 por ciento de su facturación global.
Otras autoridades de competencia que han desarrollado investigaciones sobre un posible cártel en este mercado son la de EE.UU., la de Brasil y la de Japón. En el caso de la autoridad norteamericana (US Department of Justice), en septiembre ha llegado a un acuerdo con la japonesa NEC Tokin Corp, por el que han acordado pagar una multa de de $13.8 millones por la fijación de los precios de los condensadores electrolíticos entre 2002 y 2013.
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