La Comisión de la Competencia Taiwanesa (FTC, por sus siglas en inglés) ha multado por colusión a 10 empresas extranjeras proveedoras de condensadores. La multa, la más alta impuesta hasta ahora por la FTC taiwanesa a compañías extranjeras por eludir las normas de competencia, asciende a 5.700 millones de dólares taiwaneses (160 millones de euros).
Las empresas son, en concreto, siete empresas de condensadores de alumnio (Nippon Chemi-Con Corp., Hongkong Chemi-Con Ltd., Taiwan Chemi-Con Corp., Rubycon Corp., ELNA Co., Sanyo Electric (Hong Kong) Ltd. y Nichicon (Hong Kong) Ltd.) y tres proveedoras de condensadores de tantalio (Nec Tokin Corp., Vishay Polytech Co. y Matsuo Electric Co.).
La FTC taiwanesa ha establecido que las empresas han intercambiado entre 2005 y 2014 información sensible, incluidos precios, volumen de producción y capacidad de producción, por medio de encuentros, correos electrónicos y conversaciones de teléfono, con vistas a acordar sus términos comerciales. En relación con el mercado geográfico taiwanés, la autoridad de competencia ha determinado que, dado que en Taiwan sólo hay las empresas proveedoras de condensadores de aluminio y éstas representan apenas un tres por ciento del mercado local, el país dependía por completo de proveedores extranjeros, tanto con relación a la provisión de condensadores de aluminio (97%), como de condensadores de tantalio (100%). Además, la FTC taiwanesa ha identificado en su resolución a dos empresas que han sido víctimas directas de la colusión, ambas compradoras de condensadores: Hon Hai Precision Industry Co., la fabricante de la industria de la electrónica en el mundo; y Delta Electronics Inc., proveedora de sistemas de gestión de energía.
La autoridad de competencia ha declarado que el programa de clemencia introducido en noviembre de 2011 ha jugado un papel crucial en la resolución del expediente, pues ha animado a diversas compañías a aportar información decisiva para detectar y sancionar el cártel.
Los condensadores de alumnio son utilizados en una amplia gama de dispositivos electrónicos de gran tamaño (ordenadores de sobremesa, electrodomésticos, videoconsolas), mientras que los condesadores de tantalio se emplean en dispositivos menores de alta tecnología (smartphones, ordenadores notebook).
La investigación comenzó en marzo de 2014, como parte de una investigación más amplia, acometida globalmente, en la que participan las autoridades de competencia de Estados Unidos, la Unión Europea, China, Corea del Sur y Singapur. Las autoridades de competencia disponían de pruebas que hacían sospechar que las empresas habían estado coludiendo desde 2005, e, incluso, algunas compañías japonesas, desde 1980. De todas, la FTC taiwanesa es la primera que ha completado su investigación y ha sancionado a las empresas involucradas en el cártel.
Recientemente (como ya tratamos en una entrada previa), la propia Comisión Europea ha enviado un pliego de cargos a los presuntos participantes en lo que ha venido a llamar genéricamente el cártel de los condensadores electrolíticos (asunto 40136 – Capacitors). Al igual que la FTC taiwanesa, la Comisión considera que las 10 empresas proveedoras de condensadores han participado presuntamente en un cártel. No obstante, el período de existencia del cártel es sustancialmente más prolongado: de 1997 a 2014. Al parecer, los encuentros tuvieron lugar inicialmente en Japón y tenían por objeto discutir la previsible evolución del mercado, de los precios, e intercambiar información específica de sus clientes. Adicionalmente, esos encuentros estuvieron sucedidos por unas reuniones bilaterales o trilaterales entre las compañías en Europa.
En Estados Unidos, el Department of Justice llegó en septiembre a un acuerdo con la japonesa Nec Tokin Corp, por el que la compañía ha acordado pagar una multa de de $13.8 millones por la fijación de los precios de los condensadores electrolíticos entre 2002 y 2013.
Fuente: Taipei Times; Nota de Prensa IP/15/5980