La Comisión Europea ha impuesto multas por un importe total de 19.485.000 euros a cinco fabricantes de sobres por haber llevado a cabo un cártel, entre 2003 y 2008, de coordinación de precios y reparto de clientes de determinados tipos de sobres.
Los cinco fabricantes sancionados han sido la sueca Bong, las francesas GPV y Hamelin, la alemana Mayer-Kuvert y la española Tompla. De estas cinco empresas, dos de ellas solicitaron y les fue concedida, una reducción en la cuantía de la sanción alegando su incapacidad para pagar la multa con arreglo al punto 35 de las Directrices sobre multas de 2006.
Además de esta reducción, todas las empresas se beneficiaron de una disminución del 10% en la multa por haberse finalizado el procedimiento mediante transacción. A través de este procedimiento simplificado, las empresas reconocen su implicación en una infracción por cártel y su responsabilidad en ella, a cambio de la mencionada reducción en la sanción.
Esta reducción se sumó a la que cuatro de las empresas habían recibido de conformidad con la Comunicación de clemencia de 2006 de la Comisión.
Individualmente, los importes de las multas tras las reducciones por clemencia y transacción son los siguientes:
| Empresa | Reducción conforme a la Comunicación de clemencia | Aplicación de la Comunicación sobre el desarrollo de los procedimientos de transacción | Multa (EUR)* |
| Tompla (ES) | 50 % | 10 % | 4 729 000 |
| Hamelin (FR) | 25 % | 10 % | 4 996 000 |
| Mayer-Kuvert (DE) | 10 % | 10 % | 4 991 000 |
| GPV (FR) | 10 % | 10 % | 1 651 000 |
| Bong (SE) | _ | 10 % | 3 118 000 |
| Total | – | – | 19 485 000 |
A este respecto la nueva Comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, ha declarado haciendo referencia a esta sanción lo siguiente:
«Todos usamos sobres. Cuando los participantes en un cártel aumentan los precios de objetos de uso cotidiano, lo hacen a costa de millones de europeos. La lucha de la Comisión contra los cárteles penaliza este tipo de conductas y también sirve de elemento disuasorio, protegiendo así a los consumidores frente a todo perjuicio. En este asunto hemos cerrado el sobre, lo hemos precintado y se lo hemos devuelto al remitente con un mensaje claro: no engañe a sus clientes, no colabore en las prácticas de cártel».
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